Llevamos
ya varios días, literalmente bombardeados por los medios de
comunicación, informándonos en principio, que este huracán se
dirigía hacia la costa de EEUU, y en concreto, hacia Nueva York;
para posteriormente relatarnos fotograma a fotograma lo que estaba
ocurriendo tras su llegada a la gran manzana.
Sabemos
que a fecha de hoy, este fenómeno meteorológico ha causado cerca de
30 víctimas en EEUU, y como la mayoría de la gente lamento
profundamente esa pérdida de vidas humanas en un país amigo; y digo
esto, porque parece que está de moda ser antiamericano, y yo no soy
ni anti ni pro.
Al
hilo de lo que iba diciendo, parece como si el único país afectado
por Sandy haya sido EEUU, y no ha sido así, el problema es que, por
lo visto, las víctimas norteamericanas deben de tener gran interés
informativo y las de los países pobres del Caribe no le deben
interesar a nadie.
Sabéis
que 70 personas han muerto en el Caribe; sabéis que en el sur de
Haití se desbordaron los ríos y murieron 52 personas; sabéis que
en Cuba murieron 11 personas, entre ellos un niño, y que se
produjeron daños en más de 130.000 viviendas y se destruyeron unas
15.000 casas en el este de la isla; sabéis que en Jamaica un
anciano murió cuando una roca que rodó aplastó su propiedad,
cuando el ojo de Sandy pasaba por el este del país, y que la crecida
de las aguas arrasó las granjas y destruyó viviendas en barrios
pobres y áreas rurales; sabéis que en Bahamas el huracán mató a
dos personas; sabéis que en la República Dominicana la tormenta
mató a dos jóvenes y que casi 30.000 personas fueron evacuadas por
las extensas inundaciones en el sur del país, incluyendo partes de
la capital; sabéis que en Puerto Rico también hubo una muerte.
Por
lo visto, para los medios informativos occidentales, esos que
pertenecen a la Civilización Cristiana, la cual se supone que es
portadora de una serie de valores, las víctimas de los países
pobres del tercer mundo carecen de importancia y es mejor aplicar el
silencio informativo haciendo así invisible su existencia. Todo esto
forma parte de la hipocresía de occidente.
Por
lo visto, un video del mar embravecido junto a la Estatua de la
Libertad es mas noticia que 52 haitianos muertos, solo nos interesa
el primer mundo, el tercero mejor que no exista, lo hacemos invisible
y así no nos sacude nuestras conciencias.