Han
sido 74.223 militantes socialistas los que le han dado la victoria a
Pedro Sánchez, y lo han hecho desde su visceral aversión a la
derecha, algo que Sánchez ha sabido explotar muy bien. Ese es el
único proyecto que tiene el vencedor, echar al Partido Popular del
poder, y si pudiese, aniquilarlo.
Lo
que sucede, es que con la actual aritmética parlamentaria, al PP
solo se le puede echar formando un Frente Popular con Podemos y los
separatistas, y estos últimos siempre pondrán como condición el
falso e inventado “derecho a decidir”, algo que se supone el PSOE
nunca le permitiría, recordemos que ya fue defenestrado por tener
sospechas de que lo quería hacer.
Teniendo
en cuenta, que históricamente la izquierda siempre ha depurado a los
perdedores sin ningún tipo de contemplaciones, veremos lo que
sucede. De entrada tenemos los diferentes congresos socialistas donde
no se lo van a poner fácil al ganador. Sánchez habló ayer de un
partido nuevo en donde decidan los militantes, eso se llama
asamblearismo al mas puro estilo podemita, y un desafío a los
órganos del partido.
Para
mí, el PSOE, Ciudadanos y España han perdido, Podemos y el PP
saldrán ganando. El PSOE sale perdiendo, porque la mayoría de sus
votantes no comparten la radicalidad de esos 74.223 militantes, y
posiblemente le den la espalda en las urnas, con Pedro Sánchez la
socialdemocracia ha muerto. Al virar el PSOE hacia la izquierda
radical, Ciudadanos queda situado en el centro derecha, a la
izquierda del PP pero demasiado lejos del frente de izquierdas que se
querrá formar, o busca el calor del PP o se morirá de frio, en la
más absoluta soledad.
Con
la elección de Sánchez se vuelve a la política de trincheras, o
con estos o con los otros, y en ambos bandos los electores siempre
optan por los auténticos, la derecha es el PP y la izquierda radical
es Podemos, el PSOE será fagocitado por los de Pablo Iglesias y los
de Rivera se diluirán.
Resulta
curioso observar, que el sitio que ocupó UPYD en el Congreso, ha
quedado desierto, desde el PSOE hasta Ciudadanos hay un desierto tan
grande como el Sahara.
Todos
los puentes entre PP y PSOE han sido volados, Rajoy ya no podrá
sacar nada adelante en el Congreso, Pedro Sánchez solo nos trae
inestabilidad y bloqueo.
Al
no ser Sánchez diputado, necesita con urgencia presentar una Moción
de Censura para hacerse ver, aunque se le ha adelantado Iglesias,
quien lo tenía todo bien calculado.
Difícilmente
encontrará ya Rajoy algún tipo de apoyo en este PSOE para tomar
decisiones con respecto al desafío separatista en Cataluña, al
menos el PP tiene mayoría en el Senado por si no tiene más remedio
que suspender la autonomía. No obstante, todo se complica aún más
si cabe.
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